La Realidad Aumentada (AR) y la Realidad Virtual (VR), a pesar de estar en sus primeras etapas de desarrollo, han irrumpido con fuerza en la industria de la salud. Mientras la realidad aumentada mejora la percepción del mundo real del usuario al superponer información y representar elementos en 3D, la realidad virtual posibilita que los usuarios experimenten una transformación completa en su percepción.
Los profesionales de la salud ya están utilizando dispositivos AR/VR, que son accesibles y económicos, para diagnosticar, tratar y curar enfermedades.Estas tecnologías tienen el potencial de proporcionar a los pacientes una comprensión más profunda de su propia salud. Guiar al paciente a través de un recorrido virtual de su condición médica actual o del procedimiento quirúrgico que enfrentará puede cultivar una mayor confianza hacia los profesionales de la salud.
Otro beneficio de esta tecnología es su capacidad para mejorar la participación general del paciente al influir en su entorno, gestionando la percepción del paciente o aliviando la ansiedad. Un ejemplo destacado de esta aplicación se encuentra en la Clínica de Hematología del Nationwide Children’s Hospital, donde la realidad virtual se emplea para sumergir al paciente en un entorno tranquilo y agradable durante procedimientos dolorosos como punciones con agujas y otros tratamientos.
La realidad aumentada tiene la capacidad de presentar datos útiles directamente en el cuerpo del paciente, señalando áreas problemáticas. Aunque pueda parecer complicado, puede integrarse en unas gafas inteligentes y ser accesible mediante dispositivos compactos y fácilmente disponibles, como un smartphone.
Case Western Reserve University y el Cleveland Clinic se han asociado con Microsoft para desarrollar un dispositivo de realidad mixta llamado HoloLens. A través de la aplicación HoloAnatomy, tanto estudiantes como médicos pueden visualizar el cuerpo humano de una manera sencilla y asombrosa. El casco HoloLens de Microsoft también permite a los usuarios de la aplicación observar todo, desde los músculos hasta las venas más pequeñas, en un modelo holográfico dinámico.
La escasez de profesionales cualificados representa uno de los mayores desafíos en el sistema sanitario. La creciente demanda de atención médica supera la capacidad de preparar al personal de manera inmediata. La introducción de soluciones de realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR) surge como una respuesta potencial a este problema al ofrecer competencias en educación médica y formación consecuente.
La utilización de AR y VR en la formación sanitaria puede mejorar significativamente el aprendizaje anatómico, permitiendo a los estudiantes explorar la anatomía humana de manera detallada y comprender los procesos del cuerpo de forma más eficiente en comparación con los métodos educativos convencionales. Estas tecnologías emergentes también fomentan la interactividad, brindando un entendimiento más profundo de las diversas funciones del cuerpo humano.
En el ámbito de la formación, la presencia de tecnología innovadora se vuelve fundamental, ya que replicar condiciones de la vida real para preparar a los profesionales es casi impracticable, siendo la realidad virtual una solución que minimiza este desafío.
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